Cómo lavar un plumas en la lavadora para no estropearlo

Hacer la colada es una de las tareas del hogar que más tiempo requieren y, además, se deben saber algunos trucos y consejos básicos, sobre todo, de cara a lavar prendas que son más delicadas y pueden estropearse en la lavadora, como es el caso de los abrigos y chaquetas de plumas y acolchados.

Este tipo de abrigos, que también se conocen como plumíferos, se caracterizan por ser muy ligeros, ya que están rellenos de pluma, por lo que son acolchados y protegen mucho contra las bajas temperaturas.

De este modo, cuando se sacan de la lavadora, da la sensación de que se han estropeado, ya que se ven completamente desinflados. Así, conviene saber una serie de recomendaciones para lavar los plumas y que queden limpios, pero con buen aspecto, para cumplir su función de manera óptima.

Leer las etiquetas del abrigo

Lo primero que hay que hacer antes de lavarlo de cualquier modo es leer el etiquetado. En todos los abrigos suele venir una etiqueta interior en la que se muestra si se puede meter o no a la lavadora, si se puede meter en la secadora o si se pueden utilizar productos químicos, como los detergentes. Siempre hay que hacer caso a estas normas para no estropear el abrigo.

Consejos para lavar el plumas en la lavadora

En el caso de que se pueda meter en la lavadora, se deben seguir algunos consejos básicos para las prendas delicadas, como los siguientes:

Utiliza un detergente o jabón específico para prendas delicadas.
Antes de meter el abrigo en la lavadora, dale la vuelta y mételo en una bolsa de lavadora para prendas delicadas que sea lo suficientemente grande.
Hay que lavar con un programa especifico para prendas delicadas que normalmente tienen todas las máquinas.
Además, pon una temperatura del agua fría o tibia.
Es mejor no utilizar suavizante durante el lavado de estos abrigos de plumas.

Seca y sacude el abrigo para que quede acolchado

La mayoría de estos abrigos se pueden meter en la secadora, aunque si el etiquetado lo prohíbe, se puede secar al aire libre. Lo mejor es tenderlo, bien escurrido, sin exceso de agua, nada más terminar el ciclo de lavado, sin dejarlo mucho tiempo dentro del tambor de la lavadora.

Después se debe tender bien extendido y en un lugar muy bien ventilado, para que se vaya rápidamente toda la humedad y no se generen malos olores ni se estropeen las plumas.

Respecto a esto, un truco consiste en, cada cierto tiempo, sacudir bien el abrigo y volver a tenderlo del lado contrario. De este modo se consigue que las plumas no se queden apelmazadas y vuelvan a su posición inicial, extendiéndose por el interior de todo el abrigo.